28 de febrero de 2006

Magia en crema

Es célebre la belleza de las tahitianas, mujeres que para protegerse de las continuas inclemencias que les ofrece el medio en que viven, -rodeadas de mar, con la sal, los vientos alisios y el sol tropical- utilizan los elementos que les concedió la naturaleza para cuidar su piel, mezclando sabiamente las plantas para aprovechar sus propiedades benéficas.

Un laboratorio francés elabora un protector solar con ingredientes típicamente polinesios. La fórmula contiene aceite de copra, obtenido de las semillas gigantes de coco; extracto de Morinda citrifolia, fruta única de la Polinesia con propiedades antirradicales; vitamina E y Monoi, componente exclusivo de una planta que crece en las soñadas Islas francesas, cuya principal propiedad consiste en evitar la deshidratación en la piel y nutrirla en profundidad.
Este bálsamo glorificador tiene una textura gelificada y un tenue fulgor que se traduce en iridiscencia y que exalta el bronceado. El aroma es completamente exótico y fomentador del verano.

Ayer compré un pomo del elixir, para que podamos sublimarnos convenientemente al sol de Brasil.

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